domingo, 22 de diciembre de 2013

BLUE JASMINE


 
Jasmine (Cate Blanchet), una mujer adinerada de la alta sociedad neoyorquina, ve como todo su mundo se desmorona cuando detienen a su marido Hal (Alec Baldwin) por estafa. Entonces debe mudarse al modesto apartamento de su hermana Ginger (Sally Hawkins) en San Francisco e intentar recuperarse.

Woody Allen vuelve en 2013 con “Blue Jasmine”. A sus 77 años, este prolífico director vuelve a demostrar que sabe hacer buenas películas. Después de la pésima “A Roma con amor”, vemos a un Allen inspirado que nos recuerda al de las geniales “Midnight in Paris” o “Match Point”.
En Blue Jasmine realiza una crítica a la alta sociedad, donde la gente es hipócrita y no piensa para nada en los demás, si ellos están bien, eso es suficiente.
Esta historia intensa y desgarradora se inspira en la genial obra de Tenesse Williams “Un tranvía llamado deseo”, que nos muestra a una dama decadente, refugiada en su antigua vida, arrogante, altiva y totalmente desequilibrada. Vive en su propio mundo, inmersa en el alcohol y los antidepresivos y no quiere ver la realidad, cómo su mundo ha cambiado totalmente.
Woddy Allen contrapone dos mundos totalmente distintos, la alta sociedad de Nueva York, gente adinerada, fiestas, lujos y compras con la vida humilde de la hermana de Jasmine, Ginger, en un barrio trabajador de San Francisco. Jasmine lo ha perdido todo y debe adaptarse a su nueva vida, con gente modesta, trabajadora que ella considera vulgar.

El montaje de la película nos cuenta de forma espléndida la historia. Alterna pasado y presente y así se hace más evidente las diferencias entre la lujosa vida anterior de Jasmine y cómo ahora tiene que vivir de la caridad de una hermana que antes había despreciado.

Todos los actores están soberbios, pero “Blue Jasmine” es Cate Blanchet. Está soberbia, igual que la original Blanche DuBois, encarna un personaje desgarrador, lleno de matices. Es una millonaria venida a menos que debe acostumbrarse a su nueva situación. Es un personaje patético, decadente con muchos altibajos. Simplemente está genial.
Sally Hawkins es Ginger, la hermana, una mujer de clase baja, sin demasiadas luces, con buen corazón, que no quiere abandonar a su hermana a pesar de todo. Es el contrapunto perfecto a la altanera Jasmine.

Blue Jasmine es la vuelta del mejor Woody Allen con un retrato desgarrador de una mujer decadente y patética con una magistral interpretación de Cate Blanchet. Sin duda una de las mejores películas del año.
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